Retención de líquidos ¿una cuestión de estética o algo más?

La retención es la incapacidad de eliminar líquidos acumulados que no solo no son necesarios para el organismo sino que lo perjudican. Es una consecuencia de la falta de movimiento físico, de falta de hidratación, de trastornos hormonales y circulatorios y de una alimentación no saludable.

Sal, cantidad y calidad

Se puede confundir el aumento de peso con la retención de líquidos por provocar la misma sensación de aumento de volumen y pesadez. Pero es fácil comprobarlo: al presionar con el dedo sobre la piel -en una zona de piel brillante, fina y estirada-  aparecerá una mancha blanca. Al dejar de presionar seguirá siendo blanca hasta que muy lentamente volverá a tener el color normal. Es un signo inequívoco de que hay retención.

No es solo una cuestión estética y una incómoda y continua sensación de hinchazón. Si pensamos que a través de la orina el cuerpo elimina toxinas, se ve claramente que al retener líquido acumulamos más de las que eliminamos. ¿Recordamos que es una toxina? Es una sustancia producida por los microorganismos presentes en el aire, aditivos y conservantes alimentarios, cosméticos… Un exceso dificulta el trabajo al sistema linfático para eliminarlas, esto afecta al sistema celular y en consecuencia debilita el sistema inmunológico.  Parece que todo se complica y forma una cadena de errores, pero así sucede: el exceso de grasa, que provoca la acumulación de líquido en el sistema linfático, se acumula también en venas y arterias e influye negativamente en la presión arterial. 

La incapacidad de eliminar estos líquidos no depende solo del consumo excesivo de sal en los platos que comemos cada día. Hay que sumar el alto contenido en sal de los platos prefabricados y de los alimentos de elevado contenido proteico: carne, embutidos, huevos, pescado… que neutralizan los ácidos digestivos y acaban por formar depósitos de sal en el estómago.  Esto debilita el tejido mucoso que cubre el estómago y permite que el ácido digestivo alcance las paredes del estómago provocando también dolores estomacales.

Si reducimos o eliminamos durante una temporada el consumo de proteínas de origen animal y aumentamos el consumo de proteínas de origen vegetal -legumbres, frutos secos- se reducirán los depósitos de sal en el estómago evitando las retenciones.

¿Cómo ya retengo demasiado líquido dejo de beber agua? NO. Cómo ya retienes demasiado líquido deja de beber refrescos y bebidas alcohólicas, té o café,  que deshidratan. Y aprende a beber agua correctamente: en regularidad, cantidad y calidad para hidratar los tejidos y la capa mucosa que recubre el estómago.

Estar confinados, comiendo, leyendo y viendo la TV ha aumentado la pereza. Cuando menos nos movemos menos ganas tenemos de hacerlo. Pero ahora ya no hay excusas, hemos dejado atrás la vida sedentaria. El chándal ya no es nuestra prenda favorita y notamos dificultad cuando nos abrochamos los pantalones. 

Para combatir la retención de líquidos además de la importancia de seguir una dieta saludable, que incluya el consumo adecuado de agua, hay que añadir a nuestro día a día la práctica asanas – diseñadas para activar el sistema linfático y la circulación sanguínea sin esfuerzo cardíaco- combinadas con largos y frescos paseos.

Con mis mejores deseos.


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