En primavera nos sentimos como el oso que sale de la cueva tras su periodo invernal, y si añadimos las circunstancias actuales…
Nuestras células ante el peligro del cambio le exigen al cuerpo desintoxicación. La primavera es pues tiempo de renovar, de rejuvenecer, de eliminar lo viejo para dar paso a lo nuevo. Es el momento de desprenderse de las toxinas acumuladas en el invierno para que este periodo de transición hacia una nueva estación sea el adecuado.
En cada estación se dan cambios en los 5 elementos presentes en la naturaleza de la que somos parte. Esto influye en todo el sistema corporal y afecta entre otros al sistema digestivo. Aparecen síntomas de cansancio, pesadez, mucosidades, resfriados, embotamiento y apatía. Y más en las circunstancias actuales con la falta del aire puro, el sol, de caminar…
De los lácteos el yogur y los quesos son los príncipes de la despensa. Somos prácticamente adictos a estos alimentos, por la facilidad y rapidez en la que están a nuestra disposición, por su sabor que es un flash en el paladar y por su efecto saciante.
En esta época del año, cuando prima un poder digestivo generalmente débil, la verdad es que no son demasiado recomendables porque aumentan las mucosidades en garganta, pulmones y estómago además del habitual aumento de peso.
Podemos poner en práctica algunas acciones que ayudarán a minimizar estos efectos en nuestro organismo:
Reducir la cantidad de lácteos en la dieta.
Sustituir los lácteos por otro alimento que nos guste mucho y satisfaga el deseo.
Quitar el queso que añadimos en las elaboraciones de algunos platos y dejarlos para una comida especial una vez a la semana.
Elaborar yogur casero que mantiene intactas sus propiedades al mantener vivas sus bacterias buenas. Y que podemos rebajar su % con leche, leche vegetal o agua elaborando bebidas como el lassi que es un magnifico sustituto del yogur completo.
El lassi es una bebida refrescante muy popular en India. Esta bebida data como mínimo del año 1000 a.c. y se tomaba a temperatura ambiente; hoy día se toma fresco. Está hecha con yogur y rebajada con leche, leche vegetal o agua; aún así mantiene el sabor a la vez que se diluye su contenido lácteo.

Puede ser dulce o salado.
Cuando es salado –lassi masala- se condimenta con sal y especias en polvo: jengibre, comino y pimienta.
Cuando es dulce lleva azúcar y pulpa de todo tipo de frutas, aunque las más populares son el mango y la papaya. Se condimenta con cardamomo o canela en polvo.
También hay lassi sin fruta y especiado con cúrcuma en polvo para evitar problemas estomacales.

No hay que confundirlo con el bhang lassi que está hecho a base de cannabis y se toma en algunas fiestas religiosas indias.
La proporción es de una taza de yogur por media taza de leche – se puede sustituir la leche por una leche vegetal hecha con anacardos, almendras … – Las cantidades pueden variar de más denso a más líquido dependiendo de las preferencias,.
Pon todo en la batidora y disfruta.
Con mis mejores deseos.