No cuentes la vida en años, cuéntala por respiraciones

Las malformaciones posturales, el estrés, el sobrepeso, las emociones y las enfermedades van reduciendo la capacidad pulmonar. La regeneración de las células depende de la calidad y de la cantidad de oxígeno que reciben. Sí dejan de regenerarse, por falta de oxígeno y alimento, el sistema se deteriora y envejece. Por su puesto envejecer es inevitable, empiezas a hacerlo el mismo día que naces, pero puedes ralentizar el proceso.

Practicando pranayama

¿Qué es pranayama?

Prana es la energía esencial en el universo. Ayama significa controlar o alargar. Por tanto pranayama son las técnicas para el control y distribución del prana a través de la respiración.

Durante la práctica todos los sentidos se unen a la respiración, hasta que respiración y mente son solo uno. En ese instante se produce una interiorización de los sentidos, llamada pratyahara -tu mundo interno-, donde desaparece la relación emocional con lo que te rodea.

Beneficios del pranayama

Sus beneficios engloban todo el sistema corporal ya que son a nivel físico, mental y espiritual.
Físicamente sus beneficios son:

-Revitaliza y rejuvenece al oxigenar las células. 

-Aumenta el aire que entra y sale de los pulmones, reduciendo el número de respiraciones.

-Aumenta el nivel de oxígeno en la  sangre y el sistema celular se regenera.

-Entrena los músculos respiratorios.

-Refuerza el sistema inmunitario, regenerando el sistema celular y controlando su envejecimiento.


Mentalmente sus efectos son:

-Prepara la mente para la concentración y la meditación. 

-Fortalece el sistema nervioso e influye directamente en la mente, reforzando el poder de la voluntad y equilibrando las emociones.

Espiritualmente es el hilo conector del cuerpo con la mente en el inicio de un viaje hacia un mundo desconocido donde habita el yo interior. Sus efectos son:

-Relajación  mental.

-Control del pensamiento.

-Purificación de los nadis. 

-Equilibrio entre prana y apana.

-Despierta la energía kundalini, (la escuela de yoga kundalini tomó su nombre basándose en este concepto) que es la reserva ilimitada de energía que subyace enrollada en la base de la columna. En esencia es la fuerza evolutiva de la especie humana. 

Efectos del pranayama sobre el sistema linfático


Las células toman el alimento que necesitan de la sangre y el resto va a parar a los canales linfáticos que transportan los productos de desecho. El torrente sanguíneo se activa gracias al corazón, pero la linfa se activa y se desplaza gracias a la respiración profunda. Esta permite, con la bajada de presión en la caja torácica, la mayor entrada de oxígeno que libera la presión sobre millones de diminutas válvulas -presentes a lo largo de interminables conductos linfáticos en todo el cuerpo- y mantiene a los tejidos en una especie de vacío, que por una parte propulsa y aumenta la eliminación de las toxinas y por otra la sangre puede llevar con más facilidad el oxígeno a las células.

Antes de iniciarse en la práctica

Es necesario seguir unas directrices antes de empezar la práctica de cualquier tipo de pranayama, ya sea básico como avanzado. Imagina una manguera conectada a un grifo pero obstruida en ciertos puntos que no dejan pasar la cantidad necesaria de agua para regar las plantas. En estas condiciones sobreviven ,pero, a la larga sufren las consecuencias, se marchitan. En tu cuerpo ocurre lo mismo si los canales están sucios y obstruidos. 

Respirando en la asana

No hay que practicar pranayamas avanzados si no estás físicamente preparado. Antes de iniciarse en pranayama es indispensable seguir una higiene corporal, ejercicio físico y una dieta  adecuadas. Es importante seguir normas como:

1-Higiene: bucal, dental, nasal e intestinal.

2-Dieta saludable y adaptada a las necesidades de cada uno (mejor si sigue las pautas del ayurveda). Con cantidades moderadas y basada en alimentos frescos de temporada.

3-Hatha yoga con sus asanas abre los canales y te prepara para un Yoga avanzado. Si prefieres otro tipo de ejercicio físico que no sea agresivo.

Algunas precauciones que hay que tener en cuenta:

-No practicar en momentos de cansancio, alteración o negatividad.

-Si se padece hipertensión o asma hay que ponerse en manos de un experto para que dirija el pranayama adecuado y supervise la práctica.

-Interrumpir la práctica ante cualquier síntoma de fatiga que  impida completar una exhalación con comodidad. Nunca hay que forzar nada.

El primer paso en pranayama es empezar a reconocer tu propia respiración. Sentirla, evaluarla y disfrutarla para poder manipularla. Empezar siempre con un poco de relajación antes y después del pranayama. 

Hasta que no eres consciente de tu cuerpo físico no vas a poder trabajar con tu cuerpo espiritual. Es difícil comprender algo que no puedes sentir. Tómalo con calma y pequeños pasos construirán un largo camino. Busca siempre un profesor cualificado, no solo que dé Yoga sino que viva Yoga. Verás como el hatha yoga, el pranayama y la meditación te hacen sentir que puedes enfrentarte a los retos de la vida. Con mis mejores deseos desde yoga ayurveda ys.

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