He rescatado este post que publiqué el año pasado por estas fechas en un periódico digital porque, aunque la situación es bien distinta en lo que a reuniones familiares se refiere, el núcleo familiar sigue existiendo y también la intención de celebrar estas fechas tan señaladas que abren un paréntesis lleno de luz.

El post decía y dice así:
“ ¿Quién se resiste a las comidas navideñas, en una atmósfera relajada, rodeados de exquisita comida e interminables sobremesas? La voluntad flaquea y resulta muy difícil decir no.
Algunas medidas pueden ayudar a minimizar el efecto de los excesos que acaban por convertirse en sobrepeso, hinchazón abdominal y digestiones pesadas:
•Reduce las cantidades. Aunque el estómago es capaz de adaptarse a cualquier cantidad de comida cuando está lleno pierde su capacidad digestiva. No sacrifiques ese dulce navideño que tanto te gusta y solo tomas en Navidad, pero, solo una pequeña cantidad bastará para satisfacer el paladar y ser fácilmente digerida.
•Hay un lenguaje químico entre el cerebro y el estómago cuando comemos. El cerebro es el que decide que estás lleno cuando llega la información de la hormona leptina. Esta información tarda en llegar unos 15 ́. Si comes despacio cuando llega la señal has ingerido poca cantidad de alimento. Pero, en cambio, si comes rápido, eres capaz de ingerir una gran cantidad de comida antes de que llegue esa señal al cerebro para determinar que estás lleno. Por este motivo come despacio y lo más suave primero y lo más pesado después.
•Come relajado, paladea y saborea sin engullir la comida.
•No hables demasiado mientras comes, deja la conversación para la sobremesa.
Al hablar se pierde la atención en la masticación y se necesita descomponer más la comida bebiendo para tener la sensación de que tragamos el alimento, que llega al estómago sin apenas triturar. Los alimentos no digeridos se convierten en toxinas.
•Evita las temperaturas extremas en los alimentos; sobre todo no las mezcles. Ni tampoco mezcles demasiados alimentos para que la digestión sea más efectiva. La carne, el pescado y los huevos hacen las digestiones pesadas, evita mezclarlos con harinas refinadas.
•Con la edad la secreción gástrica disminuye así que elige con cuidado lo que vas a tomar de la mesa y no comas de todo.
•Cuidado con las lechugas, aunque su aspecto sea ligero no todo el mundo es capaz de digerirlas.
LUEGO DE LAS COMIDAS
•Luego de comer va bien relajarse, pero no dormir la siesta. Si eres practicante de hatha yoga, practicar supta baddha konasana luego de las comidas, hará milagros.
•Si has comido en exceso a mediodía cena una crema de alcachofas de temporada ( aumentan la secreción de bilis). Si prefieres no cenar nada, puedes tomar el agua que resulta de la cocción de las alcachofas.
ANTES DE LAS COMIDAS
•Si respiras correctamente el estómago recibe una buena cantidad de oxígeno. Te irá muy bien pasear o hacer un poco de ejercicio antes de las comidas así el alimento que vas a consumir se convierte en energía y no en grasa. •Tomar una fina lámina de raíz de jengibre (de sabor muy potente hasta que te acostumbras) fresco unos 10 ́ antes de las comidas estimula las enzimas digestivas. •La canela en las infusiones también aumentan las segregaciones de las enzimas digestivas.
•Por la mañana toma un vaso de agua que haya hervido previamente y tómala tan pronto haya bajado la temperatura.
•Si comes en exceso hidratos de carbono o azúcar hay que hidratarse. El agua es un lubricante, sobre todo en la digestión. Está en el organismo por el aporte que hacemos bebiendo durante todo el día.
•Cuando llega el alimento al estómago la saliva sigue haciendo su trabajo; si llega agua con la comida la saliva pierde sus características para digerir. Por eso no hay que beber mientras se come. Hay que beber antes o después de las comidas.
•Si sientes hambre primero bebe, a veces se confunde la sed con el hambre.
•Si tomas agua mientras comes el alimento resbala más rápido y por eso se siente la necesidad de comer más. Evita las bebidas frías mientras estás comiendo.
•Las comidas cocinadas con comino evitan los gases y la hinchazón abdominal.
•La cúrcuma elimina la acidez, pero no la tomes en seco. El sabor y las propiedades de las especias se potencian con su cocción.
INFUSIÓN DEPURATIVA
Las infusiones herbales ayudan al hígado a mantener su función hepática. Esta infusión es para tomar antes y después de estas fiestas un par de veces al día, siempre acompañada de una dieta ligera y equilibrada.
Para prepararla se mezclan las hierbas cuyas propiedades se detallan a continuación y se infusionan en agua caliente. Ingredientes: cardo mariano, tila, diente de león, alcachofera, rábano negro y unas gotas de extracto de ortiga verde. Se puede añadir boldo a esta mezcla pero sin abusar. Para tomar boldo es mejor dejar antes descansar el hígado con una dieta ligera. La cantidad de cardo mariano es la mitad en relación con el resto de los ingredientes.
Alcachofera – disminuye la grasa en sangre. Se suele mezclar con diente de león, ortiga verde y cola de caballo.
Boldo – estimula la producción de la bilis. Se tiene que tomar luego de comer y mejor mezclada con otras hierbas. Se suele abusar de ella por sus beneficios pero hay que tomarla con precaución, sobre todo dejar descansar antes el hígado con una dieta suave.
Cardo mariano – Regenera las células hepáticas.
Rábano negro – unas gotitas de extracto de rábano negro. Cantidad: una cucharada sopera por cada vaso de agua”.
Con mis mejores deseos.