Primeros pasos en la meditación

Meditar es una experiencia que nace de la práctica y no del estudio.

Buddha tree, Ayutthaya

La naturaleza de la mente es cognitiva, se involucra en las sensaciones y en los conceptos  para dar forma a los pensamientos. Pero tiene otra naturaleza más profunda capaz de detener el estado básico pensante. Para esto hay que disolver la energía que alimenta los pensamientos y se consigue con la inmovilidad en la asana, la abstracción de los sentidos y la concentración mental.

Aunque se aprende a meditar meditando es temerario lanzarse a cualquier intento de meditación sin seguir al menos unos pasos básicos, y son:  una alimentación adecuada, practicar asanas -o un ejercicio físico moderado- y  pranayama para crear y mantener un cuerpo sano. 

Si duelen las piernas, si duele la espalda por mantenerla recta, si duele un diente…. son obstáculos que limitan la experiencia o la frustran por completo. Con la ausencia de dolor y de problemas físicos se evita que la atención se desvíe hacia lo externo y pueda viajar hacia dentro. 

La palabra ritual da la sensación de aportar contenido religioso. Pero un ritual es seguir unas pautas para facilitar el proceso meditativo. El ritual tiene un impacto de orden sobre la mente y ayuda en la práctica:

•Llevar a cabo una higiene personal, incluida la ropa, antes de sentarse a meditar en un lugar oscuro. 

•Buscar siempre la misma hora. 

•Encender unas velas en señal de agradecimiento después de la meditación.

•Meditar con el estómago vacío. 

•Meditar siempre en el mismo lugar mirando al norte o al este, y dedicarlo exclusivamente a la meditación. 

•Los chakras comunican zonas del cerebro con la médula espinal por eso es imprescindible mantener la columna erguida. Hay que mantener un espacio entre las vértebras mientras la piernas descansan relajadas sobre la esterilla, sin presionar con ellas en ningún momento hacia el suelo. La asana de meditación por excelencia es siddhasana. Usar otra postura sentada en caso de poca flexibilidad. Lo importante es mantener la columna recta, las manos unidas en el regazo y la barbilla ligeramente inclinada hacia la nuez de la garganta. 

•Empezar a sentarse solo unos pocos minutos, 10´ por ejemplo, cada día a la misma hora, en el mismo lugar, a oscuras. Sin prisa por aumentar ese tiempo, con paciencia.

•Dejar que la mente se dirija hacia donde quiera, sin forzar nada. Que pasen los días, y al cabo de unos meses empezar a practicar concentración. La manera más fácil de concentración es enfocar la atención en un objeto, sin hacerse preguntas, solo visualizar. Volver a la imagen y una y otra vez hasta conseguir que no la interrumpa ningún pensamiento. Esto puede parecer fácil. No lo es. 

La práctica de la concentración -la visualización de un objeto es la práctica más fácil para adquirir concentración- es necesaria para preparar la mente para  el siguiente paso. De hecho pasarán meses incluso años antes de abandonar la concentración y poder llamarlo meditación. La meditación va más allá de la conciencia -de hecho en la meditación se pasa por 4 estados de conciencia, -pero eso es otro tema-

Práctica, práctica, práctica.

Con mis mejores saludos.

¿Qué sabemos sobre meditación?

Confundimos la actitud con la personalidad y tal como actuamos nos definimos. La actitud está condicionada por la influencia de todo lo que tenemos alrededor, la personalidad hay que descubrirla en nuestro interior.

Meditar es sentarse en silencio

Meditar es iniciar una relación íntima con uno mismo para desarrollar una base estable frente a una realidad cambiante. En ese punto, donde somos capaces de pensar, decir y sentir lo mismo, podemos descubrir quien somos.

Cada persona es un mundo por lo tanto los cambios también lo son, pero en reglas generales podemos decir que:

La capacidad de tomar decisiones se libra del miedo a los resultados.

Se disuelve el ruido mental provocado por un flujo constante de pensamientos que, normalmente, van llenos de miedos, dudas, deseos… y nos alejan de la concentración. Solo satisfacen a la mente durante un instante, y una vez satisfecha necesita buscar otro nuevo para intentar llenar un pozo que no tiene fondo.

El pensamiento tiene peso, color, tamaño, es como un objeto. Nuestros pensamientos crean un mundo de placer o de dolor. La meditación nos lleva más allá del intelecto y los sentidos y nos permite una selección serena entre lo que vale y no vale la pena. 

El espacio entre pensamiento y pensamiento es cada vez mayor, y, en esos huecos, el estado de calma va creciendo con la práctica.

La meditación provoca cambios físicos en diversas zonas del cerebro, por lo que podría modificar la pérdida de espesor del tejido cerebral asociado con la edad. También reduce el estrés biológico que se produce a nivel molecular.

Las células no son otra cosa que la agrupación de átomos que se mantienen unidos por una acción energética cohesiva. Si esa energía disminuye los átomos se separan y aparecen los radicales libres. A esta energía los rishis la llamaron ojas -la goma de pegar del universo- que podemos mantener activa en la meditación profunda.

Extracto de la revista “Investigación y ciencia”, 2015; sobre el envejecimiento del sistema inmunitario: “ Cada célula tiene en los extremos de los cromosomas unas secuencias de ADN llamadas telómeros. Son sintetizados por la enzima telomerasa y son necesarios para que el ADN cromosómico se duplique. La mayoría de las células de nuestro cuerpo (células somáticas) no producen telomerasa, por lo que los telómeros se van acortando inevitablemente en cada división celular. LLega un momento en el que son tan cortos que ya no pueden realizar su función durante la duplicación cromosómica, de modo que la célula deja de dividirse y muere”.

La telomerasa es pues una enzima que regula la longevidad celular. Alarga los segmentos de ADN en los extremos de los cromosomas que se acortan cada vez que la célula se divide. Y cuando esa longitud disminuye tanto que llega a un punto crítico, la célula deja de dividirse y muere. La meditación aumenta la actividad de las telomerasas lo que ralentiza el proceso de su envejecimiento.

La meditación no es una técnica que abre atajos donde no los hay (las meditaciones guiadas no son más que un puente para reconducir  la mente hacia la concentración, no son una meditación propiamente dicha). Cuando meditas nada cambia a tu alrededor si es eso lo que esperas o pretendes. Pero, poder comprender y controlar la mente te libera de la confusión, del miedo a las decisiones, de estar condicionado por lo que te rodea, y te hace libre. El desafío es descubrir nuestro mundo interno para actuar con consciencia en el externo.

Con mis mejores deseos.


El estrés, el sistema inmune, y la meditación

En una situación de estrés el sistema simpático activa el sistema muscular, acelera el corazón para llevar sangre a las extremidades -se prepara la lucha o la huida-, sube el nivel de azúcar, la respiración sufre alteraciones y se detiene la actividad digestiva porque la sangre que debería estar en el estómago se traslada a las extremidades.

Cuando la situación de alerta acaba se recupera la normalidad. Pero si esto no ocurre, si el sistema nervioso parasimpático no pone freno, la corriente emocional continúa dando paso a la ansiedad.

Padmasana

La ansiedad actúa sobre todo el sistema corporal y afecta especialmente al sistema inmunológico. La linfa forma parte de este sistema y en sus ganglios se crean células -linfocitos- cuya importante función es eliminar bacterias, virus, células anormales… 

Como la linfa se mueve solo en una dirección, necesita la ayuda de la respiración y del trabajo muscular para llevarla desde los extremos del cuerpo al corazón y allí verter los residuos tóxicos que la sangre llevará a su expulsión.

La falta de una respiración regular y profunda, provocada por estados emocionales estresantes, impide el movimiento linfático que a su vez debilita el sistema inmunológico por la acumulación masiva de toxinas. 

Meditar es el arte de detenerse y ser. Desde luego no es un atajo, al contrario, es una camino que requiere voluntad y esfuerzo pero que nos puede sacar de situaciones insostenibles. Pero posiblemente sea el modo más eficaz de conseguir un estado de equilibrio y calma que permita tener bajo control las situaciones de estrés para evitar que se prolonguen y se conviertan en ansiedad.

¿Cómo aprendo a meditar? 

Mi maestro a esto siempre responde: ¿Cómo aprendes  a dormir? Tiene que ver con el hábito de pasar horas de quietud y de silencio sentado en asana de meditación. De dejarte llevar sin forzar nada; ni siquiera hay que forzar el no pensar. 

Estamos formados por átomos y la energía los mantiene en estado de cohesión -algo así como unidos, pero sin necesidad de tocarse-. La meditación te sumerge en un estado que aumenta esta energía interna y provoca cambios en los circuitos cerebrales y en todo el organismo. Este estado de equilibrio reduce el estrés biológico que se produce a escala molecular -es ese estrés que no percibes y que está absolutamente fuera de tu consciencia-.

Busca la hora en la que te sientes más cómodo y procura meditar siempre a la misma hora.

Busca un rincón tranquilo y oscuro dedicado única y exclusivamente a la meditación.

Enciende incienso cuando no estás meditando para limpiar el espacio.

Es imprescindible mantener la asana con la columna estirada y la barbilla recogida en absoluta inmovilidad. Solo cuentan los minutos en los que has permanecido completamente inmóvil.

Las dificultades surgirán durante meses, puede que durante años. Las piernas se duermen. La mente tiene vida propia y no deja de pensar. La columna pesa y duele en el intento de mantenerla recta. Aquí es donde se expresa el trabajo previo de las asanas que permite mantener la asana inmóvil, al menos durante 10´ al principio. No hablo de estar sentado diez minutos, hablo de estar absolutamente inmóvil diez minutos.

Haz un cambio de hábitos, aprende técnicas respiratorias con el pranayama y entonces todo será un poco más fácil en la meditación. Tomar la decisión de vivir una vida feliz y sin miedos es la más importante que harás en tu vida.

Con mis mejores deseos.

Breve historia de las asanas

De Patanjali al Hatha Yoga Pradipika

Yoga es uno de los seis sistemas filosóficos de India. A través de cuatro caminos, que suavizan o eliminan la deuda kármica, podemos acceder al Yoga. Estos caminos son: Karma yoga, Bhakti yoga, Jñana yoga y Raja yoga.

El Raja yoga también llamado Ashtanga yoga. Ashta, significa ocho y Anga, cuerpo. Patanjali lo describe como una escalera de 8 peldaños, Yama, Niyama, Asanas, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana, por los que se asciende hasta alcanzar el estado trascendental de la conciencia, el Samadhi. El Raja Yoga o Ashtanga Yoga se divide en:
Hatha yoga o trabajo físico, con asanas y kriya yoga, centrado en los 4 primeros peldaños: yama, niyama, asanas y pranayama.
Raja yoga, o trabajo mental, centrado en los 4 últimos peldaños: pranayama, pratyahara, concentración, meditación y samadhi.
El pranayama es el puente entre cuerpo y mente, por lo que forma parte tanto del hatha como del raja yoga.

Siddhasana

Nacimiento de las asanas

Restos arqueológicos de la primera civilización, -la civilización sumeria en el Valle del Indo, hace unos 6500 años a.n.e-, muestran pequeñas esculturas y tablillas de arcilla con asanas sedentes como siddhasana.
Parece que en los Vedas, aprox. del 2000 al 2500 a.n.e, no hay una referencia concreta a las asanas.

La primera referencia la hace Patanjali, quizá sobre el año 256 a.n.e, en los yoga sutras. Donde explica el objetivo meditativo de la asana.

II: 29. Yama niyama asana pranayama pratyahara dharana dhyana samadhi . Los 8 peldaños del Yoga.
II: 46. Sthira sukham asanam.Asana firme y confortable mantenida por un tiempo con mínimo esfuerzo.

II: 47. Prayatna saithiliananta samapatti hiam . La postura se dómina eliminando la tensión y meditando en lo Ilimitado o infinito.
II: 48. Tato duanduanabhighatah.Conquistada la postura, los pares de opuestos no alteran la mente.

El sistema de asanas tal como lo conocemos hoy día es recopilado o desarrollado por primera vez por Swami Swatmarama en el Hatha Yoga Pradipika, alrededor del año 1360 de n.e. Con el objetivo de facilitar el camino de acceso al raja yoga.


Extractos del Hatha Yoga pradipika:

“ Este es el primer paso para raja yoga. En Padmasana creamos el físico esencial. La columna vertebral se endereza para que el verdadero yoga pueda comenzar ahora. Pero incluso cuando hemos logrado esta postura es como una olla vacía, porque lo esencial aquí se desarrollará solo en la segunda etapa.”  La segunda etapa se refiere a los 4 últimos peldaños.

Y explica que no hay hatha yoga sin raja yoga:

II-76 haṭhaṁ vinā rājayogo rājayogaṁ vinā haṭhaḥ | na sidhyati tato yugmamāniṣpatteḥ samabhyaset. No se puede perfeccionar el haṭhayoga sin la práctica del rāja yoga y viceversa. Se han de practicar los dos hasta que se obtenga la perfección en rāja yoga.

Para Patanjali, asana es la posición correcta en la que permanecer sentado y entrar en un estado meditativo.

En el Hatha Yoga Pradipika Swami Swatmarama amplía el sistema de las asanas, convirtiéndolo en un trabajo de fortalecimiento físico no como un objetivo en sí, sino como una necesidad de facilitar el éxito a la gran mayoría de gente que no puede acceder directamente al Raja yoga. Para ello desarrolla las 84 asanas básicas que conocemos hoy día.

Baddha konasana

Enumeración de las asanas según Hatha Yoga Pradipika

Se describen 16 asanas principales del total de 84 asanas básicas que puede practicar la gente corriente. Svastikāsana, Gomukhāsana, Vīrāsana, Kūrmāsana, Kukkuṭāsana, Uttānakūrmāsana, Dhanurāsana, Matsyendrāsana, Paścimotānāsana, Māyūrāsana, Śavāsana.
De las que Siddhāsana, vajrāsana, Padmāsana, Siṃhāsana, Bhadrāsana son asanas sedentes.

I-39.caturaśītipīṭheṣu siddhameva sadābhyaset | dvāsaptatisahasrāṇāṁ nāḍīnāṁ malaśodhanam. Se ha de practicar siempre siddhāsana ya que purifica los 72.000 nāḍis.

I-41.kimanyairbahubhiḥ pīṭhaiḥ siddhe siddhāsane sati | prāṇānile sāvadhāne baddhe kevalakumbhake | utpadyate nirāyāsātsvayamevonmanī kalā
Si se domina siddhāsana y se logra retener prāṇa, con la práctica de kevala kumbhaka, no son precisas las demás āsanas.

Asana significa pues permanecer sentado de modo firme y confortable para poder concentrarse en el infinito.
El Yoga es intemporal, aunque su origen es muy antiguo, su eficacia es actual.
No todo el mundo puede “conquistar” con facilidad las asanas de meditación. Los dolores y enfermedades son un inconveniente para alcanzar elevados niveles de conciencia. Y como ayuda nace el Hatha yoga, con las asanas y kriyas, a través de la observación y la experiencia de maestros con una sabiduría y sensibilidad muy especial. Desde Yoga/Ayurveda YS queremos recordar que aunque no hay disciplina física más completa que las asanas solo son el principio de algo más. Cualquier pirueta en el aire no es una asana.